Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y de la Universidad de Castilla la Mancha (UCLM), ambas en España, propone un nuevo método para elaborar biocombustibles a partir de los residuos de la industria del vino.

La producción del biocombustible de aceite de pepita de uva y bioetanol, ambas materias obtenidas durante el proceso de producción del vino, podría alcanzar alrededor de 20 kilotoneladas, cerca del 2 % del biocombustible consumido actualmente en España. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del nuevo estudio, en el que se ha analizado el potencial de los residuos y coproductos de la industria vinícola para la producción de un biocombustible totalmente renovable.

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